Organizar un evento deportivo de gran magnitud, como los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, puede brindar beneficios al país anfitrión, tales como mejorar la infraestructura (nuevas instalaciones deportivas, mejor transporte público, mayor accesibilidad para personas con discapacidades), incremento en el empleo y el turismo, beneficios ambientales y un mayor orgullo nacional.
Aunque muchos de estos beneficios se concentran en la ciudad anfitriona, el aumento en la participación en deportes y actividades físicas tiene el potencial de impactar positivamente a personas en todo el país anfitrión y, de hecho, en todo el mundo. Sin embargo, ¿realmente mejoran la participación los grandes eventos deportivos como los Juegos Olímpicos?
En resumen, la investigación actual no es concluyente. Mientras algunas investigaciones han encontrado aumentos, muchas otras no. Los incrementos a menudo son un auge a corto plazo, especialmente en deportes en los que el país ha sido exitoso, pero estas ganancias disminuyen con el tiempo.
Los australianos siempre han mostrado un gran interés por los deportes, muchos creemos que el deporte contribuye a nuestra identidad nacional. Esta pasión es especialmente evidente durante los grandes eventos internacionales como los Juegos Olímpicos. Sport Australia estima que el 82% de los australianos vio al menos algo de los Juegos Olímpicos de Tokio. Alrededor de uno de cada cinco australianos que vio esos juegos expresó que vio algo que los motivaría a ser más activos físicamente. Los padres también mencionaron que estaban pensando en inscribir a sus hijos en un nuevo deporte.
Sin embargo, el compromiso y la inspiración no siempre se traducen en participación. ¿Por qué es esto?
Los investigadores han señalado dos posibles relaciones distintas entre los grandes eventos deportivos y la participación en deportes comunitarios. Primero, los atletas de élite se convierten en modelos a seguir que nos inspiran a ser más activos, participando más en nuestro deporte actual o probando uno nuevo. En contraste, algunos sentimos que ver a atletas de élite nos desanima porque reconocemos las enormes diferencias en nuestra condición física, habilidades y destrezas.
Es importante reconocer que muchos otros factores pueden influir en la participación, incluidos los costos y la disponibilidad de entrenadores, equipos e instalaciones. La pandemia de COVID y la crisis del costo de vida son otras influencias clave en los últimos años.
Aunque los Juegos Olímpicos de Sídney no aumentaron significativamente los niveles de actividad física en Australia, otros grandes eventos han tenido más éxito. El año después de que Australia organizó la Copa Mundial de Rugby en 2003, las inscripciones juveniles aumentaron en un 20%. Más recientemente, las inscripciones en fútbol femenino han aumentado significativamente después del desempeño de las Matildas en la Copa Mundial Femenina de 2023.
Estos éxitos demuestran una conexión más directa entre los grandes eventos deportivos y el aumento de la participación en el deporte específico. La investigación también ha señalado que la participación deportiva puede aumentar antes de unos Juegos Olímpicos. Una encuesta de una década en Inglaterra reveló que hubo picos significativos de participación deportiva durante los preparativos para los Juegos de 2008, 2012 y 2016, en lugar de después. Esto podría deberse al aumento en la cobertura mediática, el compromiso escolar y los programas organizados por cuerpos deportivos nacionales y clubes.
Entonces, a medida que se acercan los Juegos Olímpicos de París, ¿cómo podemos convertir nuestro entusiasmo por ver deportes en participación? Las organizaciones deportivas nacionales deben ayudar a los clubes a promoverse en sus comunidades locales y hacer sus deportes accesibles. Un portal en línea o una aplicación que ayude a encontrar clubes deportivos cercanos podría ser útil. Los días de prueba gratuita ofrecen una manera sin riesgo de probar nuevos deportes. Los clubes podrían programar estas actividades regularmente después de eventos como los Juegos Olímpicos.
Programar actividades en diversos horarios para adaptarse a diferentes agendas puede ser útil, al igual que los programas de préstamo de equipos que hacen más fácil comenzar nuevos deportes, especialmente para aquellos que requieren equipos costosos. Las actividades grupales pueden incrementar el disfrute y reducir la intimidación, por lo que ofrecer tarifas grupales especiales o programas de acompañamiento, particularmente para principiantes, puede fomentar la participación. Los programas de desarrollo de habilidades no competitivos pueden atraer a quienes están interesados en el deporte por ocio y enfatizar que el deporte es para todos.
El consejo y las recomendaciones de atletas olímpicos locales también pueden ser muy motivadores. Asociarse con atletas para crear contenido motivacional y brindar consejos puede inspirar una mayor participación, especialmente en niños. Incrementar la participación deportiva y los niveles de actividad física son algunos de los resultados deseados del legado de los Juegos Olímpicos de Brisbane 2032.
Para lograr esto, los gobiernos y las organizaciones deportivas tendrán que trabajar en conjunto para desarrollar un enfoque estratégico. París 2024 ya ha utilizado este enfoque para aumentar exitosamente la actividad física mediante programas escolares y espacios públicos rediseñados.
También debe considerarse el impacto de los nuevos deportes olímpicos. El skateboarding experimentó un aumento de interés tras su debut olímpico en Tokio. París 2024 incluirá el breakdance como un nuevo deporte, mientras que Los Ángeles 2028 agregará béisbol, softbol, lacrosse, cricket Twenty20, fútbol de bandera y squash.
¿Qué pasa con Brisbane? Aunque los nuevos deportes para 2032 aún no se han anunciado, estos deportes, potencialmente menos conocidos, podrían experimentar un incremento similar en popularidad antes de los juegos de Brisbane. Algunos deportes, como la gimnasia y el baloncesto, ya están luchando para atender la creciente demanda en Queensland. Los clubes deportivos locales necesitarán asistencia del gobierno y de organizaciones deportivas nacionales para prepararse y manejar cualquier aumento de interés, ayudando a los Juegos Olímpicos de Brisbane a alcanzar sus metas de legado.